lunes, 24 de marzo de 2014

Expo '92

 Anoche soñé que volvía a visitar las instalaciones de la Expo de Sevilla del 92. Paseaba de nuevo por las avenidas llenas de agua mientras el monorraíl cruzaba el viento, corría por el pabellón de los Países Árabes, me congelaba mirando el iceberg de Chile, saltaba sobre la gente sumergida bajo la falsa piscina, me divertía viendo el desfile de Dagoll Dagom y miraba el atardecer cayendo tras la Esfera Bioclimática...Yo tenía 3 años y me acuerdo perfectamente de todo. Fue como vivir un sueño, como transportarse a otro mundo y al mismo tiempo, al mundo real por entero, concentrado en unas hectáreas.

Pero al despertar mi yo actual ha comenzado a procesar datos realistas, analizar elementos y...No, he dicho basta. Dejando a un lado todos los temas políticos y que considero que fue un despilfarro de dinero, he callado un momento a mi mente práctica de adulta y he dejado hablar a mi memoria de infancia. Esas instalaciones eran como una gran fantasía llena de formas increíbles que me fascinaban, dentro podías encontrar cualquier cosa: audiovisuales del futuro presente, arte de mil lugares, acuarios gigantes, planetarios, artistas creando cuadros y esculturas en el momento, música extraña y bellísima...


Al levantarme me he puesto a ver documentales y fotografías sobre el estado de las instalaciones en la actualidad y me ha dado mucha tristeza. Mi yo racional lo sabía, pero la niña de 3 años que vivió con ilusión toda esa magia ha perdido un poco la sonrisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario