Pero al despertar mi yo actual ha comenzado a procesar datos realistas, analizar elementos y...No, he dicho basta. Dejando a un lado todos los temas políticos y que considero que fue un despilfarro de dinero, he callado un momento a mi mente práctica de adulta y he dejado hablar a mi memoria de infancia. Esas instalaciones eran como una gran fantasía llena de formas increíbles que me fascinaban, dentro podías encontrar cualquier cosa: audiovisuales del futuro presente, arte de mil lugares, acuarios gigantes, planetarios, artistas creando cuadros y esculturas en el momento, música extraña y bellísima...
Al levantarme me he puesto a ver documentales y fotografías sobre el estado de las instalaciones en la actualidad y me ha dado mucha tristeza. Mi yo racional lo sabía, pero la niña de 3 años que vivió con ilusión toda esa magia ha perdido un poco la sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario