miércoles, 30 de abril de 2014

Karma de otoño


Tantos años tratando de superar la natura...
pero los anillos son infinitos,
y verdaderos como el más cierto de los karmas.
Acógelo, serpiente, en tu mundo sombrío.
Sobre la piel de la vida
los pedazos de la tuya serán testimonio
de aquellos pasajes de única estación.

Karma en eterno otoño,
sueño de luces de amanecer
sin ser más que brillos de artificio
del despunte de un verano
tan cercano
pero siempre pretérito,
sin posibilidad de retorno.

Y ahora, lágrima a lágrima
contar el calendario de aguas
estancadas por el sueño manso
de un querer en potencia
y no ser nunca.

No entiendes que jamás podré
llegar a ser quien debería,
un caleidoscopio hermoso
sobre deshielo de invierno.
Y ahora, golpe a golpe,
contar las caducas ramas solas,
solas de amor por la vida,
desnudadas por el veneno
de un ofidio lacrimoso,
kármico
eterno
solo
y enamorado.

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