viernes, 21 de marzo de 2014

Hanasaku Iroha (2011)


Desde que vi este anime cada vez que encuentro una imagen suya o escucho la banda sonora me brota una sonrisa. Y es que desde que se emitió sorprendió a todos. ¿Cuánto hemos esperado hasta ver una obra como ésta?

Ohana es una chica que se ve obligada a abandonar el vertiginoso Tokyo para marcharse a una población rural y luchar por su futuro, su familia, su patrimonio y sus sueños, trabajando duramente en un antiguo hostal tradicional. En su viaje hacia la madurez encontrará personas, lugares y vivencias que la harán crecer como ser humano, mientras los demás crecen con ella.

El guión es inteligente, y por fin encontramos personajes tridimensionales (en general) que no caen en clichés repetidos hasta la saciedad en otras series del mismo género. Aquí pocas veces los vemos víctimas del fanservice y del absurdo que está inundando la industria del anime japonés desde hace años. Ohana es una adolescente creíble y que nos deja momentos excepcionales a lo largo de la serie gracias a su elaborada personalidad. Sin duda la gran inteligencia emocional con que está hecha 'Hanasaku Iroha' es lo que la ha conseguido elevar hasta donde se merecía.

Pero éste anime habla sobre todo de tradición y modernidad, algo que me ha parecido absolutamente magistral, puesto que ese es el mismo alma del Japón de hoy. El saber hacer para conseguir transmitir ésto es fruto de un gran trabajo. Ésto es lo que terminó de dar a 'Hanasaku Iroha' la calidad que ya estaba presente en sus personajes y su increíble fotografía, para convertirse en una obra redonda que ya se ha convertido en uno de mis animes costumbristas más valorados. 

¿Quieres saber cómo es la vida laboral en un hostal tradicional japonés? ¿Te intriga saber cómo es un buen trenzado de personajes y emociones? ¿Te apetece ver algo agradable? Te aseguro que, como yo, acabarás cada capítulo con una sonrisa en los labios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario