martes, 21 de septiembre de 2010

El ángel de Thayer


Abbot Handerson Thayer la acarició con su pincel y sangró óleo para dar vida al ángel innominado.
"Si veo tras tu lienzo seré espejo de mi propia mirada -dijo el ángel-, pero mi ser sabes que volará tan lejos que jamás podrás alcanzar mi esencia, pues mi pensamiento no está contigo, sino en la voluntad de alguien que n...o conoces."
Abbot se dió cuenta de que ese ángel de la guardia no era tampoco el suyo. Abrió la caja de pinceles y comenzó de nuevo, en busca de su imposible.