lunes, 23 de mayo de 2011

El Tango


Si pido perdón, todos mis fantasmas del pasado callarán sus lamentos en éste corazón que no ha sabido mas que echarte de menos. Quién sabe si los años son los que me fueron haciendo así. Tan sólo mi mano de nuevo en tu cadera bailando al son de un tango podría hacerme feliz ahora. El movimiento de tu pelo negro, el tacto de tus piernas al descontar los minutos, tu mirada dulce de ángel exterminador… Eras la preferida del lugar, contaminada del humo de tabaco de todos los que te desearon. Pero al terminarse la canción caíste en mis brazos, que ya nunca te soltaron.

Si con el tiempo fui cruel contigo, hoy es cuando me di cuenta. Sinsabor de besos ausentes, alojados en mi culpa. Cuando el tango vuelva a sonar, volaré de nuevo hacia tus brazos convertido en un hombre nuevo. Cuando el tango vuelva a sonar, pagaré ésta deuda que ha sido quererte hasta la muerte y no haber sabido nunca cómo amarte.

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