Canta, madre, canta
ahora que aún tiene los ojos abiertos.
Canta, madre, canta.
Cuando los dos haya cerrado
solo serás un recuerdo
y ella reina de mil reinos.
Duerme, niña, duerme
para que seas pronto coronada.
Duerme, niña, duerme.
A ti quiero imaginar vestida en plata,
y en una corte de flores silvestres
que resuene tu risa encantada.
Canta, madre, canta,
ahora que dormida está en tus brazos.
Canta, madre, canta.
Cuando despierte de nuevo
su castillo será el pasado
y tu beso su mayor regalo.
Me recuerda un montón a Rubén Darío (y es todo un piropo, of course).
ResponderEliminarP.
preciosos versos, escribes de fábula!
ResponderEliminar¡Gracias a los dos! Pili, menudo piropo, desde luego... :)
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