It Follows (2014)

Si eres amante del cine de terror, esta es una de las mejores apuestas americanas de los últimos años. El reto era difícil: conseguir una película de terror sobresaliente con adolescentes y no ser una película de terror para adolescentes. Siempre he pensado que lo más complicado en cine es hacer reír y transmitir miedo, dos cosas distintas muy frágiles y complejas. It Follows quiso el horror, lo arriesgó todo y ganó. Sin duda ganó. 

La dirección busca la intriga de lo sencillo y la elección inteligente de planos, alterados con momentos contundentes bien calculados. Acompaña la credibilidad de los actores, una maravillosa elección de casting. Dicen que poniendo en mute una secuencia no pasas miedo, pero aquí se logra gracias a ellos. Enciende el audio y ya prepárate, porque uno de los platos fuertes de It Follows es su banda sonora, que se convierte en un personaje más de la película por derecho propio. Tendremos que quedarnos con el nombre del director, David Robert Mitchell, porque solo con una obra de este género lo ha conquistado.

Red Heat / Danko: Calor Rojo (1988)

¡Músculos rusos! ¡Americanos fofos! ¡Explosiones, disparos, testosterona! Si estás entre leerte el Dostoyevski que tienes en la estantería o buscar algo igualmente ruso pero más duro...ya sabes. Mejor de lo que cabría esperar en un principio, Red Heat nos da todo lo dicho y mucho más, hasta dejarnos con ganas de salir al asfalto a quemar rueda y eliminar toxinas. En esta película nuestro querido Termin…Arnold Schwarzenegger (sí, he tenido que mirar Wikipedia para escribirlo) nos demuestra que es algo más que un Apolo terrestre. Como es habitual, hace de sí mismo, pero no le quitemos mérito, se le ve entregado y hasta se esforzó en hilar más frases que en Depredador, para lo cual empolló inglés e incluso lengua rusa durante tres meses. ¿Quién ganará en esta cinta de Guerra Fría y ochenterismo? ¿La Rusia de hormigón armado o la hipérbole de América del Norte? ¡¡Ya estás tardando en verla, maldita sea!!

Moana / Vaiana (2016)

Agárrense las faldas de hojas de palmera, porque viene otra gran pifia de Disney. Hubo dos épocas doradas, una comenzó en 1937 con Blancanieves, y otra en los 90 con El Rey León. Quizá el último coletazo de brillo lo dio Tiana y el sapo, pero a partir de ahí comenzó el desierto. Esta opinión personal mía se afianza con cada título.

Tenemos por fin un escenario bellísimo, fresco y nuevo: la Polinesia. Por fin una trama inicial que sugiere un paso más en temas de naturaleza, superación, tradiciones, folclore, feminismo y sensibilidad. Pero no. Disney ha decidido no romper el molde, porque Disney ES molde, es canon. Moana es una obra plana llevada a la ridiculez más pueril, donde se encadenan gags cómicos y la llama no prende. Me pregunto dónde dejó este estudio la magia con la que creaba películas inolvidables para todos los públicos. Las escenas son estúpidas hasta para niños, a los que se ve que hay que tratar como tontos, solo porque son niños. ¿Y qué fue de los personajes con carisma? Pero la gran ausencia en Moana es la banda sonora, un vacío cubierto por un sucedáneo que solo da vergüenza ajena. 

¿Recordáis El Rey León, Mulán, Pocahontas, Fantasía…? “No, Celia, no puedes comparar, eso son obras maestras”. Disney las hizo. Pero nos hemos acostumbrado a no pedir, nos hemos acomodado a tragar, a que es lo que hay. Me pregunto si habrá una nueva época dorada en la que Disney se salve a sí mismo por sus películas, y no por la montaña de merchandising que venda con cada nuevo título falto de carácter. No sé si llegará, amigos míos, pero yo seguiré esperando con fe.

Arrival / La llegada (2016)

Si os soy sincera, necesitaba esta película. Cuando se estrena ciencia-ficción en el cine poco me importa que sea más o menos profunda, o más o menos de acción, porque siempre me vuelvo loca por ir a verla. Pero esto es un dulce especial. Basada en un relato ganador de un Premio Nebula entre otros, poco puede haber en ella cuyo resultado pueda salir mal. Pero su magia va más allá de un guión magistral.

Esta es una obra elegante de ciencia-ficción dura, sin artificios de acción ni imprescindibles efectos especiales, porque todo está en la trama, las vueltas de tuerca y la inteligencia de sus escenas. Y qué maravilla que las protagonistas sean esta vez las Letras y no las Ciencias, todo un golpe de efecto. Pero si tengo que quedarme con algo por encima de su excelente guión es cómo logran crear un tejido emocional propio, de sensibilidad, tensión mantenida e incluso miedo. Todo lo que ayuda a crear ese tejido es perfecto: gran sentido estético, ritmo adecuado, fotografía sugerente y la banda sonora más inquietante que he escuchado nunca. Vedla, es una película sobresaliente que continúas pensándola conforme pasan los días.

Rogue One (2016)

Como seguidora no-ultrafan de la saga me declaro agradecida con esta película, porque ofrece muchos puntos positivos en la balanza de pros y contras, entre los que tanto debate se crea. Y es que, para mi gusto, quedan satisfechos todos los objetivos: servir de grandioso enlace entre los episodios III y IV, profundizar en las historias de esta ambientación, hacernos disfrutar, y también ganar dinero (ellos). Beneficios para todos.

Aspectos que no me han gustado hay algunos, como ciertos uncanny valley que, si reflexionamos, eran inevitables sin magia en la vida real (y hasta aquí puedo leer); o algunas incoherencias que hacen que ciertas escenas se alarguen ridículamente, solo por el gusto de la acción por la acción. Pero fuera de esas cosas, que en el fondo son meros detalles para mí, la película es más que correcta. Recordemos que es una space opera, con un guión sencillo, pero cumple con creces, claro que sí. Sobre todo gracias al final de 10 absoluto que nos regalan, una última media hora para quitarse el sombrero.